La persona a constelar realmente necesita saber poco o nada de lo que le sucede interiormente. Cuando se pone en su lugar entra en contacto con su mundo espiritual energético y este es el que brinda las respuestas sobre:
– ¿De qué se trata realmente mi problema?
– ¿Dónde están las razones de una dificultad?
– ¿Qué debe tenerse en cuenta y qué debe hacerse para llegar a una buena solución?
– ¿Cuál orden del amor fue ignorado o lastimado?
– ¿Cómo vuelve a ponerse en orden ese desorden?
– ¿Cuáles son los primeros pasos a seguir y cuáles son los siguientes?
– ¿De qué debes desistir y qué debes abandonar?
– ¿Quiénes de los muertos deben ser resucitados por un momento traídos de vuelta ala vida, antes de que puedan encontrar la paz?
– ¿Cuáles de las personas olvidadas deben ser recordadas y traídas a casa?

– ¿Qué nos une nuevamente a aquellos que estaban separados de nosotros?
En realidad una constelación es algo muy sencillo. En la que el constelado no necesita siquiera saber que espera.