Si nuestra intención es llegar bastante alto, es necesario que nos basemos más en nuestra actitud que en nuestra aptitud. Algunas personas esta mas que listas: muchísimos jóvenes profesionales salen de la universidad con su titulo bajo el brazo exclamando para así: “ahora si voy a triunfar” Piensan, visualizan que las empresas los esperan con los brazos abiertos, pero no es así.
Estos jóvenes suponen que solo con el conocimiento general, que con solo la sabiduría van alcanzar lo que quieran en la vida ¡No!, Si uno de tus propósitos es acumular riquezas, necesitarías contar con información directa, dirigida y perfectamente específica sobre un único propósito: como ganar dinero. De ahí que en la noble profesión de las ventas se gane más de lo que perciben muchos profesionales, quienes a veces poseen información generalizada, no específica y menos dirigida a un solo propósito.
Cabe aclarar que no quiero decir que la universidad no sea buena, desde luego que lo es.
Pero si estas estudiando para convertirte en un ingeniero, dentista, mecánico o abogado, requerirás aprender a administrar todo tu conocimiento y a convertirte también en un gran negociante. Si, deberías desarrollar las habilidades de negociar. Si terminas tus estudios con titulo de medicina es para que abras tu propio consultorio; si te recibes de ingeniero es para que abras tu compañía constructora. El objetivo no es ver si alguien te da trabajo.
Las universidades siguen produciendo miles de profesionales cada año y las empresas son cada vez menos; por eso hay desempleo. Urge que seamos creativos.
Los tiempos de crisis son tiempos de cambios, son tiempos de ser más ingenioso, de utilizar las desventajas para convertirlas en oportunidades.
“El éxito existe y te está esperando”.