Eso lo he escuchado tantas veces y sinceramente desde que estaba en la secundaria y a la fecha, me cuesta trabajo todavía estar en la búsqueda de conocerme porque creo que cuando nos conocemos, en verdad vivimos.
“Conócete a ti mismo” al escuchar esta vocecita interna, con mi soberbia y el ego a todo lo que da me digo: cómo no me voy a conocer, ¿No he vivido conmigo mismo toda la vida? ¿No soy yo mismo todo el tiempo?
– Pues no, la verdad es exactamente lo contrario: No te conoces y muy pocas veces en tu vida has sido tú mismo. Lo que conoces de ti mismo es tu personalidad, tus condicionamientos y programaciones inconscientes impuestas de generación en generación por las personas significativas de tu vida, cultura, la educación, etc.
La palabra personalidad viene del griego “persona”.
La persona era la máscara que utilizaban los actores griegos en las obras de teatro. Así que, tu personalidad es la máscara con la que te relacionas con otros, pero no eres tú.
¿Has notado que cuando estás solo y piensas que nadie te observa te comportas de diferente manera?
Si no te sientes acechado actúas como verdaderamente eres. Fíjate bien, incluso con algunas personas eres de cierta forma y con otras eres diferente.
Así es, tu personalidad es algo adquirido, que tiene que ver con tu infancia, con la sociedad en la que naciste, con cosas externas. Ninguna de ellas elegiste y sobre ninguna de ellas tuviste control.
La pegunta es: ¿Usamos siempre una máscara para relacionarnos con otros?
Siempre. Una máscara de actitudes aprendidas, de lugares comunes, de reacciones ensayadas. Una forma de ser y de actuar que no deja espacio para ser tú mismo, para ser genuino: para ser espontáneo.
Casi no hacemos contacto con el otro. Evitamos mostramos tal cual somos a los demás.
Lo evitamos porque nos avergüenza, porque te han dicho que puedes ser como quieras… excepto ser tú mismo. Y en esos raros momentos en las que haces contacto con tu ser, en los que lloras emocionado, ríes sin pensar o bailas sin control, ¿Qué sucede?
– Te reprimen, piensan que estás loco, te critican.
– Así es, a los otros les incomoda que muestres el verdadero yo, porque en la sociedad se vive en el “como si”, en lo superficial, en lo cómodo, sin hacer contacto con el otro. Mostrar tus emociones, tu vulnerabilidad, tu alegría, tu inocencia, es cosa de locos.