La receta definitiva
Si lo logrado hasta la fecha no te satisface, repetir comportamientos es una locura —no dan más de si—. ¿Cómo lo sé? Si éstos tuvieran la capacidad de conducirte adonde quieres ir, ¡Sencillamente ya estarías allí! No tiene ninguna gracia pero… los humanos insistimos en hacer “más de lo mismo” incluso cuando un comportamiento ha demostrado que no funciona.
¿Por qué razón entonces se repiten una y otra vez las mismas respuestas? Porque hasta que una persona no pasa a interpretar la situación de un modo nuevo, se condena a repetir su vieja respuesta. Jack Canfield, autor de Sopa de pollo para el alma, y que ha supuesto una gran diferencia en mi trabajo, tiene una poderosa sugerencia: “Haz más de lo que funciona, haz menos de lo que no funciona y prueba comportamientos para ver si te dan mejores resultados”. Para llevarlo en la cartera.
En otras palabras, deja de hacer las cosas que no funcionan y haz más de las que si funcionan. Por otro lado, empieza a hacer cosas que nunca has hecho y deja de hacer algunas cosas que siempre has hecho. Si tuvieras que elegir un solo concepto de todo lo que he escrito en este contenido, por favor, quédate con éste.
Pretender lo extraordinario llevando una vida ordinaría es una auténtica ingenuidad. Las obras soberbias las realizan personas normales y ordinarias que se atreven con lo extraordinario.
Tal vez ya te has preguntado en que has puesto tu atención hasta la fecha para que las cosas sean tal como son. Cuando obtengas algunas respuestas, crearás una nueva realidad y empezará a existir para ti. Recuerda, cuando no encuentres las circunstancias adecuadas, deja de buscar y créalas.
En el próximo segundo, la receta definitiva:
Rescribe el guion de tu vida
Escribe tu vida como si empezara en este mismo instante y tal como quieres que sea. Pon por escrito todo lo que para ti es importante. Plasma siempre tus deseos por escrito. Un compromiso es un contrato con uno mismo, y los contratos se plasman sobre el papel.
¿Qué le ocurría a una semilla sin tierra? Lo mismo que le sucede a un objetivo que no ha sido establecido por escrito y que carece de fecha.
El papel y la agenda son su tierra fértil.
Incluyó una cita extensa pero impagable del autor Todd Michael, de su libro Como realizar milagros (Ediciones Obelisco) porque no sabría expresarlo de un modo más claro: “Una petición debe ponerse primero en palabras”.
Los pensamientos, al igual que el vapor, son intangibles. Para que el vapor se torne sólido, primero debe condensarse y adoptar la forma líquida. Solo entonces el líquido resultante podrá congelarse y volverse sólido. Cuando uno manifiesta un sueño, el primer paso consiste en condensar las formas de pensamiento de tu sueño, convirtiéndolas en palabras. Esto te obliga a ser muy claro respecto a lo que deseas. A continuación, pon tu petición por escrito. Las palabras que se pronuncian solo son la primera condensación del pensamiento. Las palabras escritas llevan la condensación a otro nivel de solidez. Uno de los objetos más poderosos que puedes tener es una hoja de papel en blanco. Una analogía impecable.
Buda enseñó que lo que hacemos y quienes somos no debe estar separado. Cuando esto ocurre ya no es preciso buscar la felicidad. La felicidad te encuentra a ti mientras haces lo que amas. El verdadero secreto de la felicidad está en orientarte a lo que amas y disfrutar haciéndolo.
Tres preguntas que pueden cambiar tu vida
1. ¿Qué “distancia” separa mi estado presente de mi estado deseado?
2. ¿Qué cualidades necesito desarrollar para cumplir mi deseo?
3. ¿Qué es necesito dejar atrás? Puede tratarse de: miedos, preocupaciones, creencias limitadoras…
a) ¿Qué pensamientos-trampa necesito desactivar para alcanzar mi objetivo?
b) ¿Qué creencias-trampa me están dificultando conseguir lo que deseo?
c) ¿Qué emociones-trampa necesito modificar para afrontar mis metas con garantías?
d) ¿Qué comportamientos-trampa necesito cambiar para cumplir mis metas?
Tres tareas para la acción inmediata:
1. Si tienes una familia, o piensas crearla en el futuro, valora el modo de integrar ambos proyectos personales sin que ninguno de ellos se vea perjudicado por el otro. Identifica el grado de compatibilidad o de incompatibilidad entre ambos roles de tu vida. ¿Cómo pueden reforzarse mutuamente? En lugar de pensar en términos de exclusión, deberías hacerlo desde la inclusión: ¿Por qué no ambas cosas?
2. Escribe las causas que van a crear los efectos que persigues, prioriza y céntrate en ellas. Determina qué “interruptores” van a iluminar tu vida. Tu siguiente tarea consiste en calibrarlos, uno por uno. Recuerda que es tu pasión por las causas, y no tanto por los efectos, lo que manifestará tus deseos. Así pues, escribe en tu cuaderno de notas; “Las causas que producirán mi deseo son…”.
3. Dedica un tiempo de tu jornada a reunir motivación e inspiración para dar el siguiente paso. Busca tu tiempo. Durante esa “cita contigo mismo”: medita, haz ejercicio y planifica tu siguiente acción. Es lo que se llama: “afilar el hacha”. Aunque puede parecerte una pérdida de tiempo, en realidad estás ganándolo. El tiempo que dedicas a prepararte mejorará tu desempeño. Recuerda; nadie planifica el fracaso, pero fracasa porque no ha planificado.
Una idea para resumir:
La palabra “difícil” es uno de los mayores y más frecuentes obstáculos en la mente de las personas. Es una palabra “perdedora”. En realidad significa: “No pienso hacerlo. Estoy aquí para lo fácil”. Pero… lo que nunca has hecho no puede ser difícil.